miércoles, 2 de marzo de 2011

DERECHOS SEXUALES DE LAS MUJERES

LOS DERECHOS SEXUALES DE LA MUJER

Para nuestras madres y abuelas hablar de sexualidad y de sus cuerpos probablemente implicó e implica, perturbación y vergüenza, ante un tema que históricamente les fue prohibido y ocultado. Lo aprendieron en “la práctica”, es decir, en matrimonios tempranos y en maternidades continuas, perennes, muchas veces no deseadas, abortos que se practicaban quizás sin tantos titubeos. En hogares en donde se maduraba y envejecía a la sombra del proveedor, jefe del hogar, llorando en algún momento el nido vacío, pues en la medida en que se terminaba el rol reproductivo, la identidad femenina también se desvanecía. La mujer desaparecía, no existía.

Es posible que para muchas de ellas la sexualidad fuera un deber que cumplir sin mayores cuestionamientos, según el mandato religioso para el cual fueron educadas, aunque siempre existieron las pioneras revolucionarias que golpearon murallas para liberar a las mujeres de deberes y culpas impuestos, exigiendo entre otras cosas, métodos anticonceptivos que permitieran realmente una maternidad realmente voluntaria.

Por otro lado para las hijas y nietas de estas mujeres, el hablar de sexualidad les hace recordar su realidad juvenil: Ausencia de información, ignorancia, estigmas, mitos y sobre todo el temor de un embarazo. Muchas descubrieron tarde la existencia de la píldora o del DIU cuando ya estaban llenas de hijos, otras simplemente no tuvieron acceso, y a muchas más les fueron prohibidos por la religión por la pareja o por ambos. Así mismo gracias a la anticoncepción moderna pudieron separar la sexualidad de la reproducción. Escucharon hablar del placer, más allá del placer de sus parejas, supieron que sus cuerpos eran potencialmente una fuente de gozo, y no necesariamente un objeto del placer del otro. También se convencieron de que no eran “malas mujeres”, si buscaban satisfacer sus deseos mas allá de la reproducción, hoy es un derecho.

Actualmente para las adolescentes y jóvenes la sexualidad ya no es un terreno prohibido, donde el uso de anticonceptivos responde a una decisión más informada y responsable. Desestiman también la importancia del matrimonio para una vida sexual activa y hablan del placer sin titubeos.

Las mujeres de ayer y hoy, han comenzado paulatinamente, a reconocerse a si mismas en las páginas de la historia de la subordinación femenina con su larga lista de discriminaciones, decidiendo poner fin a esta situación opresiva e iniciando la conquista de sus derechos en la sexualidad y en la reproducción y en todos los aspectos de su vida.
Sin embargo, claramente no son la mayoría. Distintas violencias, subordinaciones y otras iniquidades aún marcan a fuego la sexualidad de millones de niñas, adolescentes y mujeres de todas las regiones del mundo. Para muchas de ellas su inicio sexual ha sido a través del abuso, del incesto, de la violación y la explotación, en tanto que otras son forzadas a matrimonios tempranos que se funden con un sórdida servidumbre económica y sexual. Y también son numerosas las jóvenes que nada pueden hacer frente a la tradicional y obsoleta “prueba de amor”, pues esta ha cambiado su fisonomía: ahora los muchachos, en su temeridad irresponsable, piden “hacerlo sin condón”. (Tomado de Gómez, Adriana. Derechos sexuales - Una utopía posible. En Cuadernos Mujer Salud/5 – Red de salud de las mujeres latinoamericanas y del caribe. 2000)

Internacionalmente, los derechos sexuales y reproductivos son considerados como derechos humanos. Tienen por objeto garantizar el desarrollo libre, sano, seguro y satisfactorio de la vida sexual y reproductiva. Todas las personas tienen derecho a decidir sobre su vida sexual, a gozar de una optima salud sexual y a vivir su sexualidad libre de discriminación, riesgos, amenazas, coacciones y violencia.
Los derechos humanos son valores que representan aspiraciones éticas de la humanidad, señalan normas para la convivencia, son principios reguladores de hombres y mujeres, y de estos con el Estado. Son un límite al ejercicio arbitrario del poder. Respetar la dignidad en nuestra propia persona y en los demás significa que debemos tratar a los humanos siempre como fines y nunca como medios. En el campo de la sexualidad y la reproducción la dignidad significa que todas las personas por el solo hecho de existir tienen derecho a ser respetadas. Ni los hombres ni las mujeres pueden considerarse instrumentos, ni ser usados como objetos o como cosa sexual o como instrumentos de procreación.

Estos derechos, por un lado son límites al ejercicio arbitrario de poder entre las personas, y por otro son las normas de convivencia en el terreno de la sexualidad y la reproducción. Como derechos humanos que son garantizan el desarrollo libre, sano, seguro y satisfactorio de la vida sexual. Se basan también en la dignidad humana y en la libertad de las personas a decidir a cerca del ejercicio de su sexualidad y reproducción.
Si toda mujer en Colombia tiene derecho a decidir sobre su vida sexual y reproductiva, es deber del Estado asegurar los medios para que ella goce de una óptima salud, libre de toda discriminación. Los riesgos, las amenazas, las coacciones, las injerencias culturales, religiosas y todo tipo de violencia en el ejercicio de su sexualidad y reproducción, tienen que desaparecer. Las normas que niegan o limitan el acceso de las mujeres a servicios y medicamentos, producto del avance científico, resultan discriminatorias y limitan la potestad de proteger su propia vida y su salud.

Históricamente la sexualidad y la reproducción humana han sido ámbitos en los que las autoridades religiosas han tenido injerencia, tanto en el campo de las políticas públicas como en la cotidianidad de las mujeres. Las autoridades eclesiásticas sostienen que la concepción y la reproducción son “asuntos divinos” y por lo tanto son las llamadas a pronunciarse sobre “lo divino y lo humano”. Por lo tanto, amparada por sus derechos a la libertad de pensamiento y de conciencia y en ejercicio de su autonomía reproductiva, es a la mujer a quien corresponde en su fuero interno decidir si evita o no un embarazo acudiendo por ejemplo a la anticoncepción de emergencia.

Al hablar sobre derechos sexuales y reproductivos nos podemos preguntar: ¿ Qué importancia tienen? ¿ Para qué sirven? Si divagamos brevemente sobre el derecho, nos encontramos con que todos y todas, en algún momento de nuestras vidas hemos sentido que tenemos derecho a algo. Es este un sentir, algo que emana de nuestra condición humana, de nuestras necesidades cotidianas. El sentir de una persona puede ser el sentir de muchas otras y cuando estas necesidades se aúnan, vienen las luchas sociales por su reconocimiento. También es cierto que cuando se habla de derecho, se habla de legitimidad, de poder y de exigencia. Cambian entonces el sentir y el necesitar por el de exigir.

La vigencia plena de los derechos humanos de las mujeres necesita de su presencia activa en el espacio público y en el privado, es decir, de un ejercicio amplio de la ciudadanía. La ciudadanía es un proceso de doble vía que involucra derecho y obligaciones. Es algo más que “el derecho a tener derechos” como bien lo resume Haydée Birgin en su articulo “Las mujeres; el derecho y sus derechos, institución y subjetividad”.

No se restringe a tomar parte en los debates electorales, sino que debe ser vista como la intervención de la gente común en los procesos de la toma de decisiones, ya sea directa o indirectamente. Y también con el reconocimiento de la diversidad y de las identidades que coexisten en una colectividad determinada. (Tomado de Conciencia Colombia y PROFAMILIA. “Derechos Humanos de las Mujeres” Bogotá, 2000, página 10).

La ciudadanía de la mujer se amplía cuando se le incluyen sus derechos sexuales y reproductivos. Sólo así se le permite vivir como persona que se siente con “todo el derecho” a asumir su sexualidad y controlar su fecundidad para poder hablar del embarazo como seguro y deseado. Pues también es cierto que nuestro empoderamiento está centrado en el desarrollo y aumento de las capacidades y habilidades para autodeterminar nuestro proyecto de vida sin coerción ni presiones culturales y familiares en el ejercicio pleno de los derechos humanos .

Necesitamos poder ejercer nuestros derechos sexuales y reproductivos como ciudadanas plenas que queremos ser, para seguir impulsando, como dice Maria Ladi Londoño, “la denominada revolución sexual”.

Estos derechos nos permitirán entre otros, asumir nuestra sexualidad, descubrir el erotismo, gozarlo, experimentar con alegría nuestras orientaciones sexuales y las múltiples formas de encuentro todavía no estrenadas. El ejercicio de estos derechos también le permitirá a las mujeres heterosexuales cortar las relaciones que implican riesgos para su salud y su vida. Frenar, con derecho, toda relación de riesgo para no seguir aumentando como grupo con VIH/SIDA. Tendrán también todo el derecho a negarse, sin ningún atenuante, al coito no placentero. Vía además, cuando no se practica el sexo seguro, de transmisión de infecciones sexualmente transmisibles, ITS. Aprenderán a amar sin el impulso y reacción primitivos de querer tener hijos de ese hombre. Hablarán de embarazo seguro y deseado ( Ver; Londoño Echeverry, M.L. “ Volviendo a mirar la sexualidad de las humanas” en Gómez, A. (ed.) “Mujeres, Sexualidades, Derechos”, Cuadernos Mujer Salud/5, Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, 2000, página 14)
Reconozcamos a las mujeres como sujetos autónomos, responsables y diferenciados. Permitamos, que ellas como personas humanas que son, definan sin interferencias ajenas, el sentido de su propia existencia. Garanticémosles, en conclusión, el pleno ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos.

LOS DERECHOS DE LAS MUJERES EN LA SEXUALIDAD Y LA REPRODUCCION

Al hablar sobre derechos sexuales y reproductivos nos podemos preguntar: ¿Qué importancia tienen? ¿Para qué sirven? Si divagamos brevemente sobre el derecho, nos encontramos con que todos y todas, en algún momento de nuestras vidas hemos sentido que tenemos derecho a algo. Es este un sentir, algo que emana de nuestra condición humana, de nuestras necesidades cotidianas. El sentir de una persona puede ser el sentir de muchas otras y cuando estas necesidades se aúnan, vienen las luchas sociales por su reconocimiento. También es cierto que cuando se habla de derecho, se habla de legitimidad, de poder y de exigencia. Cambian entonces el sentir y el necesitar por el de exigir.

La salud es un derecho humano fundamental y hoy las mujeres tenemos derechos sexuales y reproductivos que son a su vez, el marco ético que deben utilizar el Estado y el sector de la salud para garantizar la salud sexual y reproductiva. Están orientados a la vivencia de una sexualidad satisfactoria y sin riesgos, tanto para los hombres como para las mujeres. Se basan en la libertad sexual y en la libertad reproductiva y por lo tanto, deben garantizar la participación de todas las personas en la construcción de su responsabilidad y la corresponsabilidad de los varones. Son de reciente construcción y se refieren a los derechos básicos de las personas, vinculados al libre ejercicio de la sexualidad y la reproducción, independientemente de la edad, el estado civil, la condición social, raza, religión o cualquier otra distinción. Surgieron en el contexto de la discusión sobre derechos humanos y pueden entenderse como una de las ampliaciones efectuadas en la formulación inicial contenida en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948.

Como consecuencia, a los derechos humanos básicos de las adolescentes, las mujeres jóvenes y las mujeres adultas a la salud, se incluyen el derecho a la vida, a la libertad, y a la seguridad personal; a la igualdad ante la ley; al nivel más elevado posible de salud física y mental, incluyendo la salud sexual y reproductiva; a la privacidad y confidencialidad; a la auto-determinación y al placer sexual; a elegir si tienen o no, cuando y con quien, relaciones sexuales; a decidir si casarse o no, y a elegir cuando tener o no hijos y bajo qué circunstancias; derecho a condiciones de trabajo y de un medio ambiente seguro y equitativo; y a los beneficios del progreso científico.
La vigencia plena de los derechos humanos de las mujeres necesita de su presencia activa en el espacio público y en el privado, es decir, de un ejercicio amplio de la ciudadanía. La ciudadanía es un proceso de doble vía que involucra derecho y obligaciones. Es algo más que “el derecho a tener derechos” como bien lo resume Haydée Birgin en su articulo “Las mujeres; el derecho y sus derechos, institución y subjetividad”.

No se restringe a tomar parte en los debates electorales, sino que debe ser vista como la intervención de la gente común en los procesos de la toma de decisiones, ya sea directa o indirectamente. Y también con el reconocimiento de la diversidad y de las identidades que coexisten en una colectividad determinada. (Tomado de : Conciencia Colombia y PROFAMILIA. “Derechos Humanos de las Mujeres” Bogotá, 2000, página 10)

La ciudadanía de la mujer se amplia cuando se le incluyen sus derechos sexuales y reproductivos. Sólo así se le permite vivir como persona que se siente con “todo el derecho” a asumir su sexualidad y controlar su fecundidad para poder hablar del embarazo como seguro y deseado. Necesitamos poder ejercer nuestros derechos sexuales y reproductivos como ciudadanas plenas que queremos ser, para seguir impulsando, como dice María Ladi Londoño, “la denominada revolución sexual”.
Estos derechos nos permitirán entre otros, asumir nuestra sexualidad, descubrir el erotismo, gozarlo, experimentar con alegría nuestras orientaciones sexuales y las múltiples formas de encuentro todavía no estrenadas. El ejercicio de estos derechos también le permitirá a las mujeres heterosexuales cortar las relaciones que implican riesgos para su salud y su vida. Frenar, con derecho, toda relación de riesgo para no seguir aumentando como grupo con VIH/SIDA. Tendrán también todo el derecho a negarse, sin ningún atenuante, al coito no placentero. Vía además, cuando no se practica el sexo seguro, de transmisión de infecciones sexualmente transmisibles, ITS. Aprenderán a amar sin el impulso y reacción primitivos de querer tener hijos de ese hombre. Hablarán de embarazo seguro y deseado (Ver; Londoño Echeverry, M.L. “Volviendo a mirar la sexualidad de las humanas” en Gómez, A. (ed.) “Mujeres, Sexualidades, Derechos”, Cuadernos Mujer Salud/5, Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, 2000, página 14).
Reconozcamos a las mujeres como sujetos autónomos, responsables y diferenciados. Permitamos, que ellas como personas humanas que son, definan sin interferencias ajenas, el sentido de su propia existencia. Garanticémosles, en conclusión, el pleno ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos

Carmen Elisa Medina Directora Profamilia

11 comentarios:

  1. DERECHOS SEXUALES DE LAS MUJERES
    EVELYN ORDOÑEZ LONDOÑO 11-4
    bueno yo estoy de acuerdo con este texto por que lo bueno de esta época es que ya no hay tanto tabú en la sexualidad .yo siempre he oído a mi madre decir que el pasado de ella era muy diferente por que todo era un secreto y por todo le pegaban por preguntas curiosas que hacían y que todo eso eran cosas pecaminosas y otra cosa que ella me comentaba era que los padres no eran amorosos no tenían demuestras de afecto con sus hijos ni con su propia pareja mama me decía que ella no se acuerda de que mis abuelitos se dieran un beso , ami si me da esa curiosidad de saber si eso se debe a que crecieron con mucho tabú .. otra cosa es que antes por esa reserva de información es que las personas en cierto modo eran infelices por que no sabían defenderse de un marido por que creyeron que todo era pecado y porque la iglesia dijo que el condón era un pecado entonces cuando recién salio e condón nadie lo utilizaba y seguían teniendo hijos aunque no querían ...pero todo tiene sus extremos por ejemplo la promiscuidad hay gente que no tiene limites aunque haya condones eso no es bueno
    ademas otra cosa que me gusta es la libertad que tenemos para decidir para prosperar y se libres no como las mujeres de antes
    que no tenían la decisión de elegir y pensar por si mismas todo tenia que ser consultado por los hombres machistas

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  2. DERECHOS SEXUALES DE LAS MUJERES
    JEAN PAUL TORRES JARAMILLO 11-3

    Mi opinon sobre este tema es ke nos da aconoser una sociedad machista donde la iglesia solo ve a la mujer como un aparato domesticos reprodutivo y de placer para el hombre .ya ke la iglesia en la epoca de nuestras abuelas les a combensido o labado el celebro de ke ellas son mujeres impuras ke solo insitan a malos pensamientos..

    pero todo a cambiado en nuestra epoca las mujeres son autonomas , libres, desididas etc
    ya ke ellas se andado cuenta ke ellas tambien pueden cambiar el mundo no solo los hombres pueden..

    .........----- :) ---- ......

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. grado:11-3

    Mi opinión acerca de este tema es que la mujer ha tenido que cambiar su forma de ser, pensar e idealizarse en cuanto a una sociedad, ha tenido que salir de los limites de las creencias, dogmas, ideas políticas en fin, la mujer se ha ido llenando de valor para poner fin a a un todo, la mujer a través de las épocas se ha hecho reconocer y se ha permitido a si misma tener otras concepciones del mundo que la rodea la mujer es un ser muy valioso no solo por lo que hace si no por lo que logra.

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  5. ALEXANDRA CASTAÑO TROCHEZ 11-3
    la mujer ha tenido una vida de sumision a lo largo de la historia,desde el no tener un valor como ser humano hasta tener que ser un objeto de lujo, placer y trabajo. aunque siempre han habido mujeres dispuestas a no permitir que esto suceda a quienes las mismas mujeres de sus epocas juzgaban, cosa que no se les puede culpar por la cultura a traves de la cual fueron inculcadas incluyendo la iglesia sus hogares y la sociedad. Me es posible comentar sobre experiencia la manera en como hay que agradecer la forma en que ha evolucionado el trato hacia la mujer a pesar de todavia existir personas con pensamientos prehistoricos y machistas. la sociedad actual es mas abierta permite dar a conocer informacion que nos previenen para ciertas situaciones ademas de ayudarnos a valorar una parte de nuestro cuerpo que en tiempos anteriores produciria verguenza. Otra parte que no han enseñado es la autonomia, no creer que por estar con una persona ya es dueña de uno, es solo una persona con la cual se comparteun gusto y se convive felizmente.

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  6. nombre:karen viviana valdez perez
    grado:11-2

    Que injusticia se vivía al no dejar que las mujeres tuvieran libertad con respecto a su sexualidad ,no eran las que elegían por si mismas la hora en la cual empezar su sexualidad o con quien la empezaban, y no tenían derecho a sentir placer y demostrar afecto hacia el otro y sentirse bien sin culpas , la prohibición y los pensamientos de la sexualidad es algo pecaminoso e inmoral era gracias al machismo que se vivía en esas épocas mas que todo era impuesta por la iglesia que decían que era una vergüenza y era pecado, y se tenían relaciones para procrear por era lo que dictaminaba la iglesia, hoy dia ya no caben esos pensamientos no existen ,nosotros empezamos a abrir la mente claro que unas personas siguen pensando así.

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  7. YADIRA ZAPATA 11-2
    Me parece muy injusto que la mujer no tuviera derecho a tomar sus propias decisiones y mas en cuanto a su sexualidad, ellas tenian que obedecer a los hombres, pues eran ellos los que decidian cuando se practicaba el acto sexual.
    La iglesia también violaba sus derechos por que para esta institución hablar de la sexualidad era un gran pecado.
    En conclusión: Hoy en dia somos nosotras las mujeres las que decimos en que momento iniciar nuestra vida sexual aunque todavia existen los hombres machistas y aquellas mujeres que lo permiten.

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  8. LAURA FERNANDA MARTINEZ ERAZO 11-2
    Para mi lo que dicen en el texto es totalmente injusto por que no me parece valedero que anteriormente los hombres y la iglesia no permitia que las nujeres tuvieran el poder de decisión acerca de su sexualidad y aparte es una gran mentira lo que decian y aun lo siguen diciendo que hablar sobre el sexo y practicarlo era un pecado a pero eso si para la mujer por que para el hombre no era un pecado.
    Le doy infinitas gracias a aquella persona que dio a saber ya conocer sobre estos derechos.

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  9. Niñas y jovenes de 11-2. manana debo entregar notas. No olviden lo pactado

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  10. JHOJAN STIVEN SANCHEZ CASTAÑO 11-2

    La opinion que tengo despues de leer el anterior texto es que la aparicion de los derechos sexuales en la mujer son muy importantes, y es totalmente necesario hacerlos respetar, y cumplir a cabalidad pues no comparto para nada la ponencia machista, que pone a la mujer como instrumento sexual, o como quien dice una maquina de hacer hijos, pues tal como el hombre lo hace ellas tienen derecho a disfrutar, y gozar de su sexualidad bajo su desicion, tampoco comparto la ponencia retrasada que tenian tanto hombres como las mismas mujeres en la epoca, que ponian a lo genitales femeninos como partes pecaminosas, sinonimos de verguenza, pues peinso que no es asi, por el contrario son organos de gran importancia tanto en hombres como mujeres y no solo de reproduccion.
    Pienso que tanto mujeres como nosotros los hombre debemos hacer respetar la igualdad en la sexualidad de hombres y mujeres, y no comportarnos en pleno siglo XXI como seres retrogrados minimizando a las mujere, ellas tienen igualdad de derechos a nosotros y lo ma simportante tiene derecho a decidir tener u hijo o solo practicar la sexualidad para obtener placer es totalmente valedero.

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  11. Jakin Paola Higidio Riascos 11-2

    yo opino que este texto nos expone lo qe vivierón nuestras abuelas respecto a la sexualidad, y lo qe estamos viviendo la generacion actual.
    Gracias a la lucha de muchas mujeres que no se conformaron con ser usadas como medio de reproduccion, sin poder disfrutar del placer,las mujeres de esta epoca estamos viviendo una sexualidad plena, sin tabu, con desicion propia sobre la maternidad,y sobre nuestro sentir.
    y al poder decidir cuando queremos ser madres, tambien abrimos la puerta al derecho de elegir un metodo de anticoncepcion, y a tener informacion abierta de este tema.
    Aun en nuestra actualidad hay muchas mujeres que siguen siendo sometidas y no pueden disfrutar estos derechos, asi que la idea seria difundir nuestros derechos a todas las mujeres sin restricciones ni tabu de ningun tipo, porque la sexualidad es para disfrutar y gozarla con responsabilidad, no para esclavizar y someter.

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