sábado, 19 de febrero de 2011

Ética para Amador Cap. 2 ORDENES, COSTUMBRES Y CAPRICHOS

ÓRDENES, COSTUMBRES Y CAPRICHOS

Te recuerdo brevemente donde estamos. Queda claro que hay cosas que nos convienen para vivir y otras no, pero no siempre está claro qué cosas son las que nos convienen. Aunque no podamos elegir lo que nos pasa, podemos en cambio elegir lo que hacer frente a lo que nos pasa. Modestia aparte, nuestro caso se parece más al de Héctor que al de las beneméritas termitas... Cuando vamos a hacer algo, lo hacemos porque preferimos hacer eso a hacer otra cosa, o porque preferimos hacerlo a no hacerlo. ¿Resulta entonces que hacemos siempre lo que queremos? Hombre, no tanto. A veces las circunstancias nos imponen elegir entre dos opciones que no hemos elegido: vamos, que hay ocasiones en que
elegimos aunque preferiría no tener que elegir.

Uno de los primeros filósofos que se ocupó de estas cuestiones, Aristóteles, imaginó el siguiente ejemplo. Un barco lleva una importante carga de un puerto a otro. A medio trayecto, le sorprende una tremenda tempestad. Parece que la única forma de salvar el barco y la tripulación es arrojar por la borda el cargamento, que además de importante es pesado. El capitán del navío se plantea el problema siguiente: «¿Debo tirar la mercancía o arriesgarme a capear el temporal con ella en la bodega, esperando que el tiempo mejore o que la nave resista?» Desde luego, si arroja el cargamento lo hará porque prefiere hacer eso a afrontar el riesgo, pero sería injusto decir sin más que quiere tirarlo. Lo que de veras quiere es llegar a puerto con su barco, su tripulación y su mercancía: eso es lo que más le conviene. Sin embargo, dadas las borrascosas circunstancias, prefiere salvar su vida y la de su tripulación a salvar la carga, por preciosa que sea. ¡Ojalá no se hubiera levantado la maldita tormenta! Pero la tormenta no puede elegirla, es cosa que se le impone, cosa que le pasa, quiera o no; lo que en cambio puede elegir es el comportamiento a seguir en el peligro que le amenaza. Si tira el cargamento por la borda lo hace porque quiere... y a la vez sin querer. Quiere vivir, salvarse y salvar a los hombres que dependen de él, salvar su barco; pero no quisiera quedarse sin la carga ni el provecho que representa, por lo que no se desprenderá de ella sino muy a regañadientes. Preferiría sin duda no verse en el trance de tener que escoger en re la pérdida de sus bienes y la pérdida de su vida. Sin embargo, no queda más remedio y debe decidirse: elegirá lo que quiera más, lo que crea caso de peligro. Ni tampoco para arrojarla, claro está, por mucho que en la mayoría de los casos fuese habitual desprenderse de ella. Cuando las cosas están de veras serias hay que inventar y no sencillamente limitarse a seguir la moda o el hábito...
Tampoco parece que sea ocasión propicia para entregarse a los caprichos. Si te dijeran que el capitán de ese barco tiró la carga no
Porque lo considerase prudente, sino por capricho (o que la conservó en la bodega por el mismo motivo), ¿qué pensarías?
Respondo Por ti: que estaba un poco loco. Arriesgar la fortuna o la vida sin otro móvil que el capricho tiene mucho de chaladura, y si la extravagancia compromete la fortuna o la vida del prójimo merece ser calificada aún más duramente. ¿Cómo podría haber llegado a mandar un barco semejante antojadizo irresponsable? En momentos tempestuosos a la persona sana se le pasan casi todos los caprichitos y no le queda sino el deseo intenso de acertar con la línea de conducta más conveniente, o sea: más racional.
¿Se trata entonces de un simple problema funcional, de encontrar el mejor medio para llegar sanos y salvos a puerto?
Vamos a suponer que el capitán llega a la conclusión de que para salvarse basta con arrojar cierto peso al mar, sea peso en mercancías o sea peso en tripulación. Podría entonces intentar convencer a los marineros de que tirasen por la borda a los cuatro o cinco más inútiles de entre ellos y así de este modo tendrían una buena oportunidad de conservar las ganancias del flete. Desde un punto de vista funcional, a lo mejor era ésta la mejor solución para salvar el pellejo y también para asegurar las ganancias... Sin embargo, algo me resulta repugnante en tal decisión y su pongo que a ti también. ¿Será porque me han dado la orden de que tales cosas no deben hacerse, o porque no tengo costumbre de hacerlas o simplemente porque no me apetece -tan caprichoso soy para  comportarme de esa manera?
Perdona que te deje en un suspense digno de Hitchcok, pero no voy a decirte para acabar qué es lo que a la postre decidió nuestro zarandeado capitán. ¡Ojalá acertase y tuviera ya buen viento hasta volver a casa! La verdad es que cuando pienso en él me doy cuenta de que todos vamos en el mismo barco... Por el momento, nos quedaremos con las preguntas que hemos planteado y esperemos que vientos favorables nos lleven hasta el próximo capítulo, donde volveremos a encontrarlas e intentaremos empezar a responderlas.

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«En el arte de vivir, el hombre es al mismo tiempo el artista y el objeto de su arte, es el escultor y el mármol, el médico y el paciente» (Erich Fromm, Ética Y Psicoanálisis).
Sólo disponemos de cuatro principios de la moral:
1. El filosófico: haz el bien por el bien mismo, Por respeto a la ley.
2. El religioso: hazlo porque es la voluntad de Dios, por amor a Dios.
3. El humano: hazlo porque tu bienestar lo requiere, por amor propio.
4. El político: hazlo porque lo requiere la prosperidad de la sociedad de la que formas parte, por amor a la sociedad y por consideración a ti (Lichtenberg, Aforismos).
«No hemos de preocupamos de vivir largos años, sino de vivirlos satisfactoriamente; porque vivir largo tiempo depende del destino, vivir satisfactoriamente de tu alma. La vida es larga si es plena; y se hace plena cuando el alma ha recuperado la posesión de su bien propio y ha transferido a sí el dominio de sí misma» (Séneca, Cartas a Lucilio).

9 comentarios:

  1. Realmente pienso que lo escrito por el autor en el argumento anterior tiene mucho de razón puesto que bien es cierto que el ser humano tiene libre albedrío pero muchas veces no puede ejercer su libre voluntad puesto que las circunstancias que lo rodean influyen al final en sus decisiones y en muchos casos termina haciendo no lo que quiere sino lo que le conviene.
    Johana Andrea Roman Chavez
    Grado: 11-2
    etica para amador

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  2. ALEJANDRA ALCARAZ GIRALDO
    GRADO 11-5

    Estoy deacuerdo con el texto porque tiene mucha razon con que el ser humano es libre pero en ocaciones no puede ser tan libres por las circunstancias y hacen lo que les conviene al final

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  3. CAMILA PAZ NARVAEZ
    Grado 11-4

    Considero que muchas veces nosotras las personas nos preguntamos por que nos pasan las cosas pero no evaluamos que este resultado es consecuencia de nuestras elecciones de la forma en como actuamos o reaccionamos ante cualquier circuntancia, este texto nos habla mucho sobre la libertad y de saber elegir lo que en verdad nos conviene aunque en varias ocasiones nos dejamos llevar como lo mencionan aca por caprichos por cosas que deseamos en un momento dado, y que a la larga no son positivos para nuestra vida.

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  4. nombre: zuley andrea carreño
    grado:11-5

    yo estoy de acuerdo con el texto por que en ocasiones los seres humanos tenemos mucha libertad pero siempre y por las circunstancias hacemos lo que nos conviene y nunca vemos lo que nos puede pasar o las consecuencias que podemos atraer.

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  5. maria alejandra gonzalez lis 11-2

    mi opionion sobre el texto es que cada persona sabe que cuando actua mal tiene una consecuencia aunque aveces tenemos el error de preguntarnos por que nos pasan... los seres humanos tenemos una gran havilidad de saber que es lo bueno y lo malo aunque aveces nos decidimos por la que mas nos gusta y olvidamos que tenemos que actuar con etica.

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  6. emanuel felipe espada castro 11-2

    mi opinion del tema y lo que entendi es que cada ser humano es libre de tomar deciciones sobre su vida o equis problema... pero hay veces tomamos deciciones a nuestro acomodo y no lo que enverdad nos conviene para nuestras vidas

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  7. Erika Urueña Meneses

    11-2

    Apesar que somos libres de elegir,hay situaciones en las que nuestra desicion debe ser mas que un capricho por que somo seres razionales los cuales apesar de que se quiere salir con la suya y optar por lo que sea mas conveniente somos acostumbrados a una crianza con valores y etica la cual se nos vuelve mas una orden el tomar una desicion adecuada en una situacion determinada que optar por nuestro propio capricho o gusto.

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  8. VALERIA GUZMAN 11-5

    ESTOY DE ACUERDO CON EL TEXTO YA QUE ALGUNAS VECES
    LAS CIRCUNSTANCIAS EN QUE NOS ENCONTRAMOS NO NOS PERMITEN ELEGIR LO QUE QUEREMOS SI NO LO QUE NOS TOCA YA QUE NOS ENCONTRAMOS ENTRE LA ESPADA Y LA PARED.....

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  9. me agrada mucho lo que dice el texto porque el autor afirma muy bn cuando uno tiene la oportunidad de elegir de preferir hacer cosas y tambien como no hacerlas .
    yo pienso algo igual a como dice el texto de conserbar la mercancia hasta donde se pueda o la marea lo permita .
    pero tambien hay que tener en cuenta las opiniones de los tripulantes porque ellos no van a poner en riesgo su vida y uno o algunos no estan de acuerdo porque las carga no le pertenece.

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